Madrid-Londres. 17:30h. El Meliá White House nos recibe con té frío y brownie. -Pom, pom, pom (se oye en la puerta) Room service. -No hemos pedido nada, sorry! -¿Room 399? yeah, this is for you, and it's free! -ahhh, okkk, si es free... pase pase. Tenemos un armario tan grande como mi casa.
18:00 Paseamos por los alrededores. Las calles están vacías. Las tiendas cerradas. Hace una tarde preciosa. Me gusta este barrio. Hay un Pret a Manger al lado. Compramos los sandwichs favotitos de Uchi: salmón con mantequilla.
19:00h. Volvemos al hotel. Fuera empieza a hacer frío y ya es casi de noche. Hoy me pongo el vestido negro con tachuelas de Zara que todavía no he estrenado. Qué pereza da salir ahora.
20:00h. Estación de King Cross St Pancrass. Monumental. Lástima que vayamos con prisa. Sacaré fotos en otro momento. Buscamos la sala Scala. Nos perdemos, pero perderse por Londres mola. Somos las segundas en llegar. Los primeros son amigos de Madrid, todo queda en familia. Dentro hace un frío gélido. El público espera a Los Secretos con abrigos y bufanda. Tengo la piel de gallina.
22:00h. Se apagan las luces. Sonido de batería. Guitarras. Suena "En este mundo raro". El frío se nos olvida.
1:00h. Ha sido un concierto especial e irrepetible. Nos quedamos con ganas de más. La fiesta continúa. Oigo los primeros acordes de "Escuela de Calor" de Radio Futura. Me vuelvo loca. Aquí todo suena como si fuera la primera vez que lo escuchamos. Los Secretos nos reciben en el backstage. Álvaro nos cuenta muchas cosas. Ha estado en Camden comprándose unos zapatos y el taxi de vuelta le ha timado 35 libras. Nos habla de los '80s, de cuando fueron teloneros de los Ramones, anécdotas del Rock-Ola...
Son las 2:00 de la mañana. El tiempo pasa casi evaporándose. Ignoro la temperatura. Da igual. No hemos cenado. Encontramos un McDonald's abierto. Comemos patatas fritas, bebemos Coca-Cola por el camino y decidimos volver andando hasta el hotel. Me duermo. Demasiado cansada incluso para soñar.
8:45. pipipi pii! pipipi piii! Sonido indescifrable del despertador de Uchi. Ducha caliente. Leche. Tostadas. Fruta. ColaCao. Fuera llueve. La mañana es húmeda y neblinosa. Aquí se está tan confortable que pasaríamos el resto del día desayunando y viendo llover por la ventana de nuestra habitación.
11:00h Knightsbridge. Sigue lloviendo. Harvey Nichols. Compras. Más compras. No nos gastamos mucho dinero. O sí. No lo sé. Allí se vende en exclusiva el nuevo perfume de Balenciaga. Uchi se lleva dos frascos. A partir de este momento, lo que queda de viaje huele a FloraBotánica.
Hemos quedado con Jose Tomás. Sigue lloviendo. Vamos a Oxford Street. Llueve. Hamleys. Llueve. Victoria's Secret. Llueve. Venden un paraguas transparente precioso. También puedes conseguirlo de regalo por compras superiores a 70 libras. Miro el precio de un sujetador. 219 £. Ale, bye.
Sigue lloviendo torrencialmente. Paramos a comer y nos resguardamos en un italiano. Hacen pizzas al horno buenííísimas. Hablamos. Reímos y descubrimos que un personaje pintado al óleo en las paredes del restaurante se parece a Joaquín Sabina. La primera vez en el día que sacamos la cámara es para hacer esta foto, le echaba de menos.
TopShop. Miss Selfridge. River Island. Forever21. En la calle hace tanto frío que Laura y yo nos compramos la prenda más british. Una capa. Estoy cansada y tengo los pies destrozados de andar bajo la lluvia.
23:00h Por la noche todo cambia. Ninguna de las tres consigue dormir hoy. Mañana toca madrugar para coger un vuelo destino Madrid.