Hace poco, me di cuenta de que tengo la extraña manía de observar tras los cristales de los comercios y restaurantes que me encuentro mientras camino. Así es como descubrí Ginger, un acogedor restaurante situado en pleno corazón de Madrid que se ha convertido en otro de mis rincones favoritos.
Una de las cosas que más me gusta de este lugar, además de su cuidada decoración, es el ambiente tan agradable que se respira. Si te apetece una cena tranquila, donde poder hablar sin necesidad de alzar la voz, o simplemente un lugar donde poder tomar un café relajadamente, Ginger es perfecto para eso. Su carta es muy variada y los precios están fenomenal. Laura y yo solemos pasar muchas tardes sentadas en la mesa junto a la ventana que mira a la Plaza del Ángel.
Allí aprovechamos para merendar y contarnos lo que hemos hecho durante el día cuando salimos del trabajo.
Otra opción que me encanta, es como lugar de lectura a primera hora de la tarde. Ahora he empezado con una recomendación: "Diccionario de nombres propios" de Amélie Nothomb. Me apetecía descubrir a esta escritora y éste es uno de esos libros cortos perfectos para leer con un té en una tarde de lluvia.
Al fondo, una gran chimenea! Sorprende esa mezcla de clasicismo y vanguardia al ver cuadros de estética cubista adornando sus paredes. Investigando por la red, he leído que la decoración fue un proyecto del interiorista español Lázaro Rosa Violán.
Además... me han contado que en esta época del año hacen torrijas con helado de vainilla ¡asi que habrá que volver para probarlas! :)
Plaza del Ángel, nº 12. 28012 Madrid